Keiko gi / Kimono / Aikidogi
El Keiko gi o Aikidogi es chaqueta y pantalón de algodón color blanco, similares a las que se utilizan en Judo (Judogi) o en Karate (karategi), aunque suelen ser preferibles los conjuntos tejidos en «grano de arroz» gruesos ya que son más resistentes y absorben mejor la transpiración.
El traje de Aikido recibe el nombre de Aikidogi o Keikogi lo que quiere decir, la ropa para desarrollar el (Keiko) la práctica.
El revés izquierdo cubre el revés derecho. Sólo los muertos son vestidos al revés, la solapa derecha cubriendo la izquierda.
En el pantalón las protecciones de las rodillas se sitúan delante, así como las trabillas del pantalón, que sirven para mantener los lazos del cordón de la cintura que se anuda delante.
Se debe tener en cuenta, que lo normal es que encojan entre un 6% y un 15% de su tamaño, con los lavados.
Para poder sujetar la chaqueta y que no se abra con el ejercicio se utiliza un cinturón, en japonés, Obi, como es el cinturón para la práctica se denominará Keiko Obi.
Keiko-obi / Cinturon
Al comenzar por primera vez la practica del Aikido se debe comprar un cinturón blanco confeccionado en algodón, como los que se utilizan en Judo o Kárate, y no se cambia de color hasta ser DAN (cinturón negro).
Una longitud media de 2,5m – 3m permite dar dos vueltas a la cadera y anudarlo a la cintura. El ancho varía de 6 a 8 cm.
Para guardarlo el Obi puede ser enrollado o doblado sobre si mismo.
La Hakama
La Hakama es una pieza tradicional de la indumentaria Samurai. Su uso es parte de la tradición del Aikido.
La Hakama originalmente tenía la intención de proteger las piernas de los jinetes; después de que los Samuráis fueron desmontados como clase y se convirtieron en soldados de infantería, persistieron en usar la vestidura de jinete porque los distinguían de otros y los hacían más identificables. Años más tarde la Hakama fue la vestimenta tradicional de los estudiantes de Kobudo, quienes encontraron en ella la posibilidad de esconder los movimientos y guardias de sus piernas desconcertando a sus adversarios.
Antiguamente, O`Sensei Ueshiba fundador del Aikido exigía a todos a usar la hakama para practicar, pero él venía de un tiempo y cultura del que el uso de la Hakama era la ropa formal estándar y el Dogi usado por el Karate y el Judo era originalmente la ropa interior.
Junto a la internacionalización del Aikido, el uso de la Hakama, su simbolización y respeto fuera de Japón, al igual que la evaluación y el otorgamiento de grados internacionales constituían temas de extensa discusión. Hoy en día el uso de la Hakama es exclusivo de los DANES (Cinturones negros)
O`Sensei repetía a sus alumnos que la Hakama debía hacer reflexionar sobre la naturaleza del verdadero bushido. En la Hakama encontramos las cualidades del distinguido Samurai del pasado. En sus pliegues (5 en el frente y 2 en la parte de atrás) están simbolizados las siete virtudes del Budo:
- Yuki : Coraje, Valor, Valentía
Álzate sobre las masas de gente que temen actuar.
Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir.
Un samurai debe tener valor heroico.
Es absolutamente arriesgado.
Es peligroso.
Es vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa.
El coraje heroico no es ciego.
Es inteligente y fuerte.
Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
- Jin : Humanidad, Caridad, Benevolencia
Mediante el entrenamiento intenso el samurai se convierte en rápido y fuerte.
No es como el resto de los hombres.
Desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos.
Tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad.
Si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.
- Gi : Justicia, Rectitud, Integridad
Sé honrado en tus tratos con todo el mundo.
Cree en la justicia,
pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia.
Para un auténtico samurai no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia.
Sólo existe lo correcto y lo incorrecto.
- Rei : Etiqueta, Cortesía
Los samurai no tienen motivos para ser crueles.
No necesitan demostrar su fuerza.
Un samurai es cortés incluso con sus enemigos.
Sin esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales.
Un samurai recibe respeto no solo por su fiereza en la batalla,
sino también por su manera de tratar a los demás.
La auténtica fuerza interior del samurai se vuelve evidente en tiempos de apuros.
- Makoto : Sinceridad, Honestidad, Realidad
Cuando un samurai dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho.
Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. No ha de “dar su palabra” no ha de “prometer” el simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer.
Hablar y hacer son la misma acción.
- Chugi : Lealtad, Fidelidad, Devoción
Haber hecho o dicho “algo”, significa que ese “algo” le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan.
Un samurai es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel.
Las palabras de un hombre son como sus huellas; puedes seguirlas donde quiera que él vaya.
- Meiyo : Honor, Crédito, Dignidad
El auténtico samurai solo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo.
Las decisiones que tomas y cómo las llevas a cabo son un reflejo de quién eres en realidad.
No puedes ocultarte de ti mismo.
Debemos esforzarnos en la práctica para pulir las siete virtudes tradicionales y sí a conciencia no es este nuestro objetivo es mejor no usar la Hakama.
Nuestra Escuela reconoce lo importante de estar bien preparado tanto técnica como espiritualmente para vestir consecuentemente la Hakama; no importa el tiempo que debamos estar sin usarla, con paciencia y humildad, con sudor y lágrimas puestas en el Tatami y con madurez y atención en nuestras acciones, la Hakama será el reflejo de lo que llevamos realmente por dentro, sin olvidar ni un solo pliegue.
Zoris
Para poderte moverse desde el vestuario hasta el tatami, sin que entre suciedad en este, se necesita un calzado diferente al que se trae de la calle, en Japón se denominan Zoris a la sandalia que tiene el fondo plano, solían estar confeccionadas de paja tejida como las esteras del tatami usadas en los pisos de sus hogares.
Puede servir también cualquier sandalia similar.